Modificado : vie. 21 mar. 2025 - 12:42 (UTC +1)
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Letanía de San Gil.
Señor, ten piedad de nosotros
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, escúchanos.
Jesucristo, escúchanos.
Padre celestial, que eres Dios, ten piedad de nosotros.
Hijo redentor del mundo, que eres Dios, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, que eres Dios, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros.
San Gil, amigo de Dios, ruega por nosotros.
San Gil, ejemplo de humildad, ruega por nosotros.
San Gil, ayuda de los pobres, ruega por nosotros.
San Gil, protector de los débiles y de los niños, ruega por nosotros.
San Gil, desprendido de los bienes mundanos, ruega por nosotros.
San Gil, proveedor de alimento espiritual, ruega por nosotros.
San Gil, que lo dio todo a Dios, ruega por nosotros.
San Gil, que expulsa a los demonios y cura a los poseídos, ruega por nosotros.
San Gil, que calma las tormentas del mar, ruega por nosotros.
San Gil, que hizo tantos milagros, ruega por nosotros.
San Gil, que rehuyó las alabanzas de los hombres, ruega por nosotros.
San Gil, vencedor del diablo, del mundo y de la carne, ruega por nosotros.
San Gil, que das fertilidad a la tierra, ruega por nosotros.
San Gil, alimentado por la leche de una cierva, ruega por nosotros.
San Gil, gran ermitaño, ruega por nosotros.
San Gil, modelo de vida espiritual, ruega por nosotros.
San Gil, que guardó a la cierva de todo mal, ruega por nosotros.
San Gil, que fue herido por la flecha de un arquero, ruega por nosotros.
San Gil, que utilizó esta herida para progresar en la virtud, ruega por nosotros.
San Gil, lleno de confianza en el poder divino, ruega por nosotros.
San Gil, que obtuvo de Dios la remisión de todos los pecados, ruega por nosotros.
San Gil, que diste vida al hijo de un príncipe, ruega por nosotros.
San Gil, dotado del don de la curación, ruega por nosotros.
San Gil, que curó a un mendigo vistiéndolo con tu túnica, ruega por nosotros.
San Gil, que curó a los paralíticos, ruega por nosotros.
San Gil, que cura las fiebres y todas las enfermedades, ruega por nosotros.
San Gil, cuya oración expulsa todo el veneno, ruega por nosotros.
San Gil, que es invocado para curar el cáncer, las convulsiones, las enfermedades nerviosas, la esterilidad de las mujeres, pero también la depresión, la locura y los miedos, ruega por nosotros.
San Gil, que se durmió en el Señor, ruega por nosotros.
San Gil, que fue llevado al Cielo por los Coros de Ángeles, ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que borras los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
Recemos:
Dios todopoderoso y eterno, que por medio de San Gil devolviste la salud a tantos enfermos, alcánzanos, por su intercesión, la salud del cuerpo y del alma, para que caminando tras sus huellas en la humildad, la penitencia y el amor, merezcamos participar, con él, en las fuentes de la verdadera Vida. A través de Jesús, el Cristo. Que así sea. Amén.
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