Una contribución sobre el celibato sacerdotal, en obediencia filial al Papa

Última modificación: jue 31 mar 2022 p.Â m. p.Â m.22 16:14

El Papa Emérito y el Cardenal Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos tratan en un libro un tema sobre el que el Papa Francisco ha hablado a menudo.

El 15 de enero se publicará en Francia un libro sobre el sacerdocio firmado por el Papa Emérito Joseph Ratzinger y el Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino. Se aprende de los extractos proporcionados por Le Figaro que los autores entran en el debate sobre el celibato y la posibilidad de ordenar sacerdotes casados. El Papa Emérito y el Cardenal Sarah - que se presentan como dos obispos en "obediencia filial al Papa Francisco" que "buscan la verdad" en un "espíritu de amor por la unidad de la Iglesia" - defienden la disciplina del celibato y exponen razones que, según ellos, aconsejan no cambiarla. La cuestión del celibato ocupa 175 páginas del volumen, con dos textos, uno del Papa Emérito y otro del Cardenal, así como una introducción y una conclusión firmada por ambos.

El Cardenal Sarah, en su texto, recuerda que hay "un vínculo ontológico y sacramental entre el sacerdocio y el celibato". Cualquier debilitamiento de este vínculo pondría en duda el Magisterio del Concilio y de los Papas Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Rezo al Papa Francisco para que nos proteja definitivamente de tal eventualidad vetando cualquier debilitamiento de la ley del celibato sacerdotal, aunque se limite a una u otra región". Una vez más, el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino llega a denunciar "una catástrofe pastoral, una confusión eclesiológica y un oscurecimiento de la comprensión del sacerdocio" en la posible posibilidad de ordenar a hombres casados.

Benedicto XVI, en su breve contribución reflexionando sobre el tema, se remonta a las raíces judías del cristianismo, afirmando que el sacerdocio y el celibato han estado unidos desde el comienzo de la "nueva alianza" de Dios con la humanidad, establecida por Jesús. Y recuerda que ya "en la antigua Iglesia", es decir, en el primer milenio, "los hombres casados sólo podían recibir el sacramento del orden si se comprometían a la abstinencia sexual".

El celibato sacerdotal no es ni ha sido nunca un dogma. Es una disciplina eclesiástica de la Iglesia latina que representa un don precioso, como lo definieron todos los últimos Pontífices. La Iglesia católica de rito oriental prevé la posibilidad de ordenar sacerdotes a hombres casados y también se han admitido excepciones para la Iglesia latina, precisamente por Benedicto XVI en la Constitución Apostólica Anglicanorum coetibus dedicada a los anglicanos que solicitan la comunión con la Iglesia católica, donde se prevé "admitir a los hombres casados a las órdenes sagradas del presbiterio, caso por caso, según criterios objetivos aprobados por la Santa Sede".

También hay que recordar que el Papa Francisco ha hablado sobre este tema en varias ocasiones; él, que seguía siendo cardenal, en la conversación del libro con el rabino Abraham Skorka, explicó que era partidario de mantener el celibato "con todas las ventajas y desventajas que ello conlleva, porque se trata de diez siglos de experiencias positivas más que de errores". La tradición tiene peso y validez".

El pasado mes de enero, en un diálogo con periodistas en el vuelo de regreso de Panamá, el Papa recordó que en la Iglesia Católica Oriental, la opción del celibato o el matrimonio era posible antes del diaconado, pero añadió, con respecto a la Iglesia Latina: "Me viene a la mente esta frase de San Pablo VI: 'Prefiero dar mi vida antes que cambiar la ley del celibato'". Me vino a la mente y quiero decirlo, porque es una frase valiente, en un momento más difícil que éste, 1968/1970... Personalmente, creo que el celibato es un regalo para la Iglesia... No estoy de acuerdo con permitir el celibato opcional, no".

En su respuesta, también habló del debate entre los teólogos sobre la posibilidad de conceder exenciones para determinadas zonas remotas, como las Islas del Pacífico, pero dijo que "no hay una decisión por mi parte". Mi decisión es: celibato opcional antes del diaconado, no. Es mi decisión personal, no lo haré, eso queda claro. ¿Soy una persona "cerrada"? Tal vez sí. Pero no quiero ponerme ante Dios con esta decisión".

En octubre de 2019 se celebró el Sínodo del Amazonas y se debatió el tema. Como se puede ver en el documento final, algunos obispos pidieron la posibilidad de ordenar diáconos casados permanentes como sacerdotes. Sin embargo, es sorprendente que el 26 de octubre, en su discurso de clausura, el Papa, después de haber seguido todas las etapas de los discursos y la discusión en la sala, no mencionó en absoluto el tema de la ordenación de los hombres casados, ni siquiera de pasada. En cambio, recordó las cuatro dimensiones del Sínodo: la dimensión de la inculturación, la dimensión ecológica, la dimensión social y la dimensión pastoral, que "las incluye todas".

En el mismo discurso, el Sumo Pontífice habló de la creatividad en los nuevos ministerios y del papel de la mujer, y refiriéndose a la escasez de clérigos en algunas zonas de misión, recordó que muchos sacerdotes de un país latinoamericano son enviados a los Estados Unidos y a Europa para servir a las Iglesias locales, pero a cambio, por parte de esos países del Norte, "no hay ninguno que los envíe a la zona amazónica de ese mismo país".

Por último, es significativo que Francisco, al agradecer a los medios de comunicación, les pidiera en la misma ocasión, al difundir el documento final, que se centraran especialmente en los diagnósticos, "que son la parte en la que el Sínodo se ha expresado realmente mejor": el diagnóstico cultural, el diagnóstico social, el diagnóstico pastoral y el diagnóstico ecológico. Este punto también fue subrayado por el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en su declaración en respuesta a las preguntas de los periodistas sobre el tema. El Papa les invitó entonces a no caer en el peligro de quedarse "en lo que decidieron en este asunto disciplinario, en lo que decidieron en el otro, en qué partido ganó y cuál perdió".

Andrea Tornielli

Origen: Vatican News